El dinero fluye a ti, y eres excelente con los detalles diarios de presupuesto, mantenimiento de registros, y pago de facturas. Eres práctico y algo precavido, y tu debilidad es gastar en aquellos que amas. Disfrutas de regalar y satisfacer todo deseo material posible de aquellos cercanos a ti.
Pero, ¿qué pasa contigo? Aprende a tratarte a ti mismo tan benévolamente como tratas a otros, y eleva tus necesidades y deseos a un nivel más alto en tu lista de prioridades. Empieza con ahorros, págate a ti mismo primero. Para todo el sentido financiero que tienes, hay veces en las que puedes ser impulsivo y caer en la trampa de un crédito fácil. Pero también eres rápido en encontrar oportunidades que generan dinero y para tomar acción que hacen crecer tus ganancias.
Las buenas finanzas también requieren del panorama general, visión a largo plazo. Incorpora esa perspectiva en tu planeación, y expande los detalles para incluir metas en plazos de un año, cinco años, diez años y para toda la vida. Te vas a sentir más seguro sabiendo que tienes fondos para gastos inesperados, compras mayores, y ultimadamente, tus años de retiro. Una herencia familiar puede incrementar tu valor neto, pero puede que existan desafíos asociados, como conflicto con hermanos u otros parientes.