Las finanzas pueden ser un reto para ti, pero no lo tienen que ser. Es una cuestión de compromiso, planeación, conocimiento y presupuesto. Esa es la forma de controlar tu tendencia de comprar impulsivamente con solo reflexionar un poco sobre el impacto de tu seguridad mensual y a largo plazo. Obtén el hábito de darte una prestación semanal y ahorrar a través de la deducción en tu salario.

También deberías evitar el crédito tanto como sea posible, excepto para adquirir una vivienda e hipoteca. Es fácil acumular deudas sin darte cuenta, resultando en fuertes cargos de intereses. Siempre lee las letras pequeñas antes de firmar.

Estás cargado con iniciativas para hacer dinero y estableces metas altas pero realistas y alcanzables, que normalmente logras. Los fondos de asociaciones también incrementan tu valor neto, y apoyas los esfuerzos de tu pareja para contribuir en el fondo familiar. Su ingreso puede exceder el tuyo, lo cual está bien para ti.

Las inversiones pueden ser rentables, y también valoras la seguridad provista de fondos de inversión que están destinados para tus años de retiro. Pero piensa a largo plazo e ignora los altibajos a corto plazo, que pueden provocar una montaña rusa de emociones. Adquirir una vivienda puede ser ventajoso si te quedas en un lugar el tiempo suficiente para obtener una ganancia considerable a través del patrimonio. Puede que heredes dinero de un hermano, tío o tía.